sábado, 11 de septiembre de 2010

BUSCAR EL SENTIDO DE LA VIDA ES DARLE SIGNIFICADO

Es fácil saber si nos encontramos ante una persona tóxica, que nos debilita y enferma, por cómo nos sentimos en su presencia y hasta en su ausencia, con frecuentes síntomas psicosomáticos como palpitaciones, irritabilidad, nerviosismo, miedos, sensación de ahogo, dolor de estómago, temblores...Todos estos síntomas no son otra cosa que la respuesta física a una agresión de la que a veces ni siquiera somos conscientes, pero cuya toxicidad no deja de afectarnos y envenenarnos. Las personas somos tan increíblemente frágiles y delicadas emocionalmente que las palabras envenenadas de las personas tóxicas pueden llegar a dañarnos gravemente.
Una persona tóxica se manifiesta con diversas caras, como si la misma toxicidad fuera servida en recipientes distintos.
Hoy describo uno de los principales tipos de persona tóxica:
El gran dominador o "Terminator" emocional. Es él solo contra todos y contra el mundo. Él es el que vale, el inteligente e imprescindible, y solamente él. Nadie está a su altura, nadie rinde de lo que es debido. Menos mal que un día la humanidad tuvo la gran suerte de que apareciera él(o ella), el verdadero salvador. Su ego inflado y necio le lleva a sentirse por encima del bien y del mal, a descalificar, desprestigiar e infravalorar a todo el mundo para que así esta joya de hombre (o de mujer) brille en todo su esplendor. Siempre parece decirse a sí mismo:"Dios tiene que pedirme permiso a mí para existir". Toxinas que rezuma: estrés, sumisión, agresividad reprimida, sentimientos de culpa, miedos, baja estima. Tratamiento: Mantente frío e inalterable, jamás reacciones a sus provocaciones y, y si puedes, evítalas y déjalas con su orgullo.
Hoy, he decidido dar puerta a un par de personas con estas características que formaban parte de mi vida, y perjudicaban mi bienestar, así que ahora sólo lamento....no haberme dado cuenta antes y haberlo hecho entonces...
Un beso amig@s. Gracias por seguir ahí.

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